Oración en tierra: Intercediendo en cada rincón de la nación
Como parte de los tres días de "Tomando Mi Nación", la Oración en tierra se convirtió en un poderoso acto de intercesión y unidad. Creyentes de diferentes ciudades se movilizaron para llevar el clamor a puntos estratégicos, declarando el Reino de Dios en cada espacio visitado.
Desde montes y colinas, donde se alzaron plegarias por el despertar espiritual de la nación, hasta centros públicos y plazas, donde la voz de la iglesia resonó en favor de la justicia y la paz, cada lugar se convirtió en un altar de oración. También visitamos sitios arqueológicos, recordando la historia del país y pidiendo restauración y redención sobre generaciones pasadas, presentes y futuras.
Las escuelas y universidades fueron escenarios clave, donde intercedimos por los niños y jóvenes, proclamando que serán luz y sal en medio de su generación. En mercados y zonas comerciales, clamamos por la provisión y la economía, bendiciendo a los comerciantes y trabajadores. También llegamos a las alcaldías y sedes gubernamentales, orando por sabiduría y dirección divina para quienes están en posiciones de autoridad.
Cada paso dado y cada oración levantada fueron semillas de transformación en la tierra. Sabemos que Dios escucha el clamor de su pueblo y que su respuesta traerá un cambio tangible en nuestra nación. La Oración en tierra nos recordó que la iglesia es llamada a ser un faro en medio de la sociedad, llevando luz donde hay oscuridad y proclamando la esperanza de Cristo en cada rincón.
¡Seguimos en pie de intercesión hasta ver nuestra nación rendida a los pies del Señor!