Una iglesia con el fuego de Dios es capaz de lograr grandes hazañas. 

Iglesia del Camino inició en el año de 1991, a través del ministerio del pastor Mauricio Navas, quien recibió el llamado de parte de Dios a iniciar este sueño. El primer culto de esta obra se realizó en dos salones de un hotel capitalino, sin contar con ningún recurso financiero, solamente con la confianza puesta en Dios.

Posteriormente se alquiló una bodega en la colonia Escalón para el funcionamiento de la iglesia y siete años después se construyó un hermoso templo en Ciudad Merliot, donde actualmente se celebran todas las reuniones.

La visión encomendada por el Espíritu Santo al pastor Navas fue la restauración de la Iglesia, es decir, volver a las sendas antiguas. Y la de utilizar los medios de comunicación para propagar la Palabra de Dios, a través de Radio El Camino (106.1 FM, El Camino TV (canal 25 señal abierta y canal 98 en Amnet y en sistema digital canal 41).

Actualmente la iglesia cuenta con 13 diferentes filiales: Filial Acajutla, Filial Apancoyito, Filial El Volcán, Filial Ilobasco, Filial La Libertad, Filial Lourdes, Filial Mejicanos, Filial Las Margaritas, Filial Rosario de Mora, Filial Santa Ana, Filial Santa Lucía, Filial Tierra Blanca y Filial Versailles.

Asimismo, se ha fundado el Colegio El Camino y la Fundación del Camino para ayuda social. También se cuenta con más de 30 ministerios, que se encargan de servir para la edificación del cuerpo de Cristo y en ayuda comunitaria.

Ser una congregación de verdaderos discípulos de Cristo, comprometidos con su vivencia cristiana, teniendo como modelo a la iglesia del Nuevo Testamento y de esa forma impactar la vida de las naciones. Utilizar los medios que Nuestro Señor nos ha dado, la radio, la televisión y las redes sociales para llevar el mensaje de Dios a todas las naciones, cumpliendo con ello el mandamiento de la gran comisión: " Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".

Nuestra misión es enseñar y fortalecer los valores y principios que definen a un discípulo de Cristo y que identificaron a la iglesia del Nuevo Testamento. Incidir en esta Nación a través de promover la armonía, el respeto, los valores, el amor al prójimo y la adoración; teniendo como instrumento para lograrlo: la oración, la pasión por las almas, el estudio de las sagradas escrituras y la predicación de la palabra de Dios.